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El imperio Egipcio antiguo

El imperio Egipcio antiguo


El Imperio Antiguo, que comienza hacia 3200 a. de J.C., es considerado por muchos como el período más feliz de toda la historia egipcia. Es también llamado Imperio Menfita, pues entonces la capital fue traslada­da de Abidos a Menfis, nombre griego de Menefert, capital del I nomo del Bajo Egipto. Durante este pri­mer período de la historia egipcia es cuando se crearon las primeras leyes civiles y religiosas, se fijaron los cá­nones artísticos y nació la escritura.


El faraón más im­portante de aquel tiempo fue Zoser, fundador de la III dinastía, y a él se debe la construcción del primer gran monumento de piedra de Egipto, la pirámide escalona­da de Saqqarah. Fue él también quien por primera vez llamó a un ministro para que le ayudara en la adminis­tración de su reino, siempre más difícil y compleja. Además, Zoser llevó a cabo varias expediciones milita­res hacia Nubia, allende la primera catarata, y hacia el Sinaí.


EL IMPERIO EGIPCIO ANTIGUO Y LOS FARAONES


La V dinastía tomó el nombre de "heliopolitana" por haberse originado en Heliópolis y también porque se­gún la leyenda sus tres primeros faraones fueron con­cebidos por la mujer de un sacerdote de Ra, por obra del mismo dios. Es a partir de aquel tiempo que todos los faraones tomaron el nombre de "Hijos de Ra". Los Textos de las Pirámides datan de aquel período, en que se realizaron expediciones militares que se inter­naron en Asia y Libia. La personalidad más notable de la VI y última dinastía del Imperio Antiguo es la de Pepi II, cuyo reinado fue el más largo de toda la historia de Egipto: subió al trono a la edad de seis años y lo ocupó por noventa y cuatro años. Pero ya el poder central iba debilitándose y dispersándose en las manos de los nomarcas (príncipes feudales) que se lo transmi­tían de uno a otro sin que el faraón pudiera intervenir u oponerse. Empieza entonces el primer período intermedio.

Es una época larga, obscura y agitada, en que Egipto es atormentado por la anarquía y el desorden social. Se extiende este período desde la VII dinastía (hacia 2180 a. de J.C.) a la XI dinastía (hacia 2130 a. de J.C.).

La barca solar

La barca solar


En mayo de 1954, el arqueólogo egipcio Kamal El-Mallak sacó a la luz - después de casi 5.000 años - una barca solar enterrada al sur de la pirámide de Keops: tal vez era la misma que había acompañado el cuerpo del faraón hasta su última morada.

La embarcación fue construida con madera de cedro, sicómoro y azufaifo, y tiene 46 metros de longitud; en su parte central mide unos seis metros de ancho y en la proa y en la popa termina con árboles en forma de papiro. En el centro de la barca se encuentra una cabina cerrada de nueve metros de longitud; la barca estaba dotada de seis parejas de remos.

En la reconstrucción ideal - en la página de enfrente - se observa la gran embarcación apoyada sobre un trineo arrastrado por bueyes, mientras una procesión de sacerdotes y sacerdotisas transportan ofrendas sagradas.

El imperio medio

El imperio medio


El Imperio Medio empieza hacia 2060 a. de J.C, a fi­nes de la XI dinastía. Buscando apoyo en la clase aco­modada, el faraón Mentuhotep I logró restablecer su poder sobre el Bajo Egipto. Durante el reinado de sus sucesores Mentuhotep II y Mentuhotep III, toman ma­yor impulso los tráficos, se abre una vía comercial ha­cia el Mar Rojo y prosigue la política de expansión en Nubia. Hacia el año 2000 a. de J.C. tiene comienzo la XII dinastía, una de las más célebres y más grandes de la historia egipcia. Su fundador Amenem het intensifi­ca el culto de Amón, a quien eleva al más alto rango entre las divinidades.


Es un administrador de gran ha­bilidad y bajo su autoridad Egipto conoce un nuevo período de prosperidad. En política exterior Amenem-het lleva los confines de Egipto al corazón mismo de Nubia llegando hasta Korosko, y traba batalla contra los pueblos líbicos. Le sucede su hijo Sesostris I, quien se adueña de las minas de oro del Uadi Allaki. A fin de asegurar la continuidad de la dinastía asocia al tro­no a su hijo mayor, y éste es un ejemplo que todos sus sucesores seguirán.


EL IMPERIO MEDIO EN EGIPTO


Queda muy poca documentación acerca del reinado de Amenemhet II y Sesostris II, sus sucesores. Se sabe sin embargo que entablaron relaciones comerciales con Fenicia y sanearon la región palustre de Fayum, donde Amenemhet III hará construir más tarde un lujoso pa­lacio, tan complejo que los Griegos lo mencionarán como "el Laberinto". Su sucesor Sesostris III fue uno de los soberanos más gloriosos de Egipto. Llevó a cabo cuatro expediciones militares contra Nubia, la que co­lonizó definitivamente. Avanzó hasta Palestina y man­dó edificar fortalezas en los confines con el Sudán. En aquella misma época la vida cultural floreció notable­mente, con la creación de obras célebres como el Libro de las dos Vías y los Preceptos de Amenemhet.


La XII dinastía pone fin al Imperio Medio, dando co­mienzo al segundo período intermedio aún hoy el me­nos conocido y el más dudoso entre los períodos histó­ricos del antiguo Egipto. Es un período dominado por la invasión de pueblos extranjeros de raza semítica procedentes de Oriente. El sacerdote Manetón de Se-benitos, quien escribió en griego una historia de los Hechos memorables de Egipto, los llama Hiksos, que es una deformación de la palabra egipcia "Hekakha-sut", o sea "pueblos extranjeros". Estos invadieron las fértiles planicies del Delta y fortalecieron Avaris, que hicieron su capital.


La victoria de los Hiksos sobre los Egipcios debió de ser muy fácil, no sólo porque en­contraron un gobierno ya vacilante, sino porque dis­ponían de una potencia militar muy superior a la de Egipto: empleaban, en efecto, armas de hierro y carros de guerra tirados por caballos, cosa que a los Egipcios les era completamente desconocida. Los Hiksos ocu­paron Egipto por cerca de un siglo. Por fin, algunos príncipes tebanos, aliados con otras dinastías del Alto Egipto, lograron derrotar al ejército de los invasores. La guerra de reconquista y liberación fue terminada hacia 1622 a. de J.C. por Ahmés, el fundador de la XVIII dinastía, quien acosó a los enemigos hasta el sur de Palestina y luego reunió todo Egipto bajo su cetro.