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Museo de El Cairo



Museo de El Cairo


El imponente edificio en el que está instalado el Museo Egipcio de El Cairo, en Midan el-Tahrir, fue proyectado por el arquitecto francés Marcel Dourgnon. El Museo reú­ne hoy la colección de arte egipcio más importante del mundo.


El interés de los europeos por las antigüedades egipcias empezó a despertarse a partir del siglo XVIII: la campaña napoleónica y los dieciocho volúmenes de la "Descripción de Egipto" publicados entre 1809 y 1816 dieron un enfo­que rigurosamente sistemático al estudio de la civilización egipcia y aumentaron los apetitos de aquellos que ya habí­an empezado a coleccionar objetos antiguos.


Entre los primeros coleccionistas de objetos egipcios fi­guran los agentes consulares de los distintos países euro­peos acreditados en Egipto a principios del siglo XIX., quienes luego vendieron las valiosas piezas a los grandes museos egiptológicos de Europa, como los de Turín (Ita­lia), París, Londres y Berlín.


Museo de El Cairo en Egipto

Para el patrimonio artístico y arqueológico del país se trataba de un grave e irreparable daño: tanto que ya en 1830, un estudioso de la talla de Champollion aconsejó a Mehemet Alí la institución de un servicio oficial que tute­lase y conservase los monumentos. Este permisivismo pa­reció cesar en 1834, cuando a orillas del lago Ezbekiah se fundó un primer museo y los objetos empezaron a ser ca­talogados. Este primer núcleo fue pronto trasladado a una sede adecuada, emplazada en la Ciudadela de El Cairo: eran todavía tan pocos los objetos hallados, que fueron reunidos en una sola sala. Aquí los vio, en 1855, el archi­duque Maximiliano de Austria, de paso por El Cairo, quien le pidió al jedive Abbas que le regalara algunas pie­zas antiguas: el soberano le donó todo lo que esa sala con­tenía. Y fue así que el primer Museo Egipcio de El Cairo, el original, se puede admirar hoy... en Viena.


El 1º de junio de 1858 Auguste Mariette, uno de los di­rectores del Museo del Louvre, enviado a Egipto a recoger antigüedades, fue nombrado Director de las excavaciones. Las numerosas presiones sobre el jedive Said para que protegiese los monumentos egipcios, así como el apoyo influyente del cónsul general de Francia y de importantes hombres de negocios de ese país, hicieron que se le con­cediese a Mariette el uso de la vieja sede de una compañía de navegación fluvial emplazada en Bulak, un arrabal de El Cairo. El arqueólogo francés fundó allí el Museo Na­cional, el primero del Oriente Medio: la inauguración ofi­cial tuvo lugar el 18 de octubre de 1863. En 1891 las co­lecciones fueron trasladadas al Palacio de Gizeh y por úl­timo, en 1902, a este Museo donde todavía hoy se encuentran.

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